Reflexiones Jorge Bucay

martes, 14 de octubre de 2008

Poema de Jorge Bucay para su hija Claudia

Antes de morir, hija mía…
Quisiera estar seguro de haberte enseñado a disfrutar del amor
A enfrentar tus miedos y confiar en tu fuerza
A entusiasmarte con la vida
A pedir ayuda cuando la necesites
A decir o callar según tu conveniencia
A ser amiga de ti misma
A no tenerle miedo al ridículo
A darte cuenta de lo mucho que mereces ser querida
A tomar tus propias decisiones
A quedarte con el crédito por tus logros
A superar la adicción a la aprobación de los demás
A no hacerte cargo de las responsabilidades de todos
A ser consiente de tus sentimientos y actuar en consecuencia
A dar porque quieres y nunca porque estás obligada a hacerlo
Antes de morir, hija mía…
Quisiera estar seguro de haberte enseñado a exigir
que se te pague adecuadamente por tu trabajo
A aceptar tus limitaciones y vulnerabilidades sin enojo
A no imponer tu criterio ni permitir que te impongan el de otros
A decir que sí solo cuando quieras y a decir que no sin culpas
A tomar más riesgos
A aceptar el cambio y revisar tus creencias
A tratar y exigir ser tratada con respeto
A allanar primero tu culpa y recién después la de los demás
A planear el futuro sin intentar vivir en función de el
Quisiera hija mía…
Estar seguro que has aprendido a valorar tu intuición
Que celebras la diferencia entre los sexos
Que haces de la comprensión y el perdón tus prioridades
Que te aceptas así, tal como eres
Que creces aprendiendo de los desencuentros y de los fracasos
Que te permitas reír a carcajadas por la calle sin ninguna razón
Pero sobre todo, hija mía…
Porque te amo más que a nadie en el mundo
Quisiera estar seguro de haberte enseñado
A no idolatrar a nadie
Y a mí, menos que a nadie

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